Problemas de salud relacionados con la carne industrial

Más allá de las alarmantes cifras que, según GreenPeace, se relacionan con la ganadería industrial, como su responsabilidad en el 14,5% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero a nivel mundial y el 80% de la deforestación de la Amazonía, entre otras, ¿qué consecuencias negativas tiene el consumo de carne industrial para la salud humana? ¡Resolvemos dudas!

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a la carne procesada como “carcinógena para los humanos” y la carne roja como “probablemente carcinógena para los humanos”.

Existen, básicamente, tres componentes críticos de la carne procesada que nos enferman, los cuales se podrían clasificar en tres tipos: grasas insalubres, sal y productos cancerígenos como los nitritos y nitratos.

En cuanto a las grasas insalubres, éstas, en combinación con la falta de ejercicio físico, afectan a nuestra salud, generando sobrepeso, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

El sodio que contiene la sal (entre un 40% y un 60% de sodio por gramo de sal) es un nutriente esencial que permite al organismo mantener el equilibrio iónico y retener el agua para conseguir un buen nivel de hidratación. Ahora bien, un estudio de la Universidad Complutense de Madrid afirma que la ingesta media diaria de sal de un español es de 9,7 gramos al día, casi el doble de lo que recomienda la OMS y más de 3 veces superior al mínimo diario. Este exceso de sal es muy habitual en la conocida comida basura, la cual suele emplear carne procesada en sus recetas y es culpable de innumerables enfermedades.

Aún sabiendo que los nitratos y nitritos son aditivos conservantes que impiden el crecimiento de bacterias y hongos, sus toxinas pueden ser peligrosas y letales para el ser humano, el abuso del nitrógeno en las explotaciones agrícolas no ecológicas como componente de abonos, fertilizantes y pesticidas, da lugar al exceso de nitritos.

El nitrito en sí es una especie química cuya toxicidad aguda es incluso peor que la del amoniaco, pero no se volatiliza y se oxida rápidamente a nitrato por acción microbiológica.

El proceso conocido como nitrificación se produce durante la elaboración de los alimentos (en el caso de los productos cárnicos; en el ahumado, secado, cocido o fritura de estos productos), almacenaje o en el interior del cuerpo humano por la intervención de precursores de la nitrificación. Entre algunas de sus dañinas consecuencias encontramos: cianosis, cáncer o incluso la muerte. Por lo que, ¿es peor el remedio que la enfermedad?

Por otra parte, el uso masivo de antibióticos en la ganadería industrial contribuye significativamente al desarrollo de resistencias a estos medicamentos. Se calcula que más de 3.000 personas mueren cada año en el Estado español por culpa de ello, y muchas más sufren complicaciones y reducen su calidad de vida. Incluso, según la OMS, la resistencia a antibióticos podría provocar más muertes que el cáncer en 2050.

España es el primer país de Europa en el uso de agrotóxicos y de antibióticos en ganadería.

En definitiva, las grasas insalubres, el exceso de sal, las sustancias agrotóxicas, los pesticidas y el abuso de los antibióticos, tan comunes en la producción de carne procesada, ponen en gran riesgo la salud humana. Pero, ¿cuál es la solución? Es muy importante apostar por productos que respetan tanto el medio ambiente como la salud, que se cultivan sin plaguicidas, fertilizantes artificiales ni transgénicos, que incrementan la agrodiversidad, respetan la fertilidad de la tierra y tienen en cuenta el bienestar animal.

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Esperamos que toda esta información contribuya a mejorar la calidad de tu dieta, y por consiguiente, de tu salud.