¿Por qué consumimos productos ecológicos?
Varias son las razones que llevan a los consumidores a comprar productos ecológicos a pesar de que su precio es superior al de los productos convencionales.
Podríamos resumir los “porqués” en dos categorías:
1. Por lo que son: saludables, sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, respetuosos con el bienestar animal, de calidad y sabrosos.
2. Y por lo que carecen: no contienen aditivos, no contienen pesticidas, no contienen OMG, no contienen antibióticos.
Los productos ecológicos son saludables
Se trata de productos que según su forma de producción están libres de tóxicos, es decir no contienen pesticidas, aditivos, fertilizantes sintéticos, conservantes y otros productos que, aunque se utilizan para combatir plagas o enfermedades del propio producto, son dañinos para el cuerpo humano, ya que no cuenta con estas toxicidades, el organismo asimila mejor los alimentos ecológicos.
Respeto por el medio ambiente y sostenibles
Las prácticas agrícolas ecológicas colaboran en la conservación del medio ambiente y evitan la contaminación de la tierra, el agua y el aire. Respetan el equilibrio de la naturaleza contribuyendo a la preservación del ecosistema y al desarrollo rural sostenible.
La agricultura ecológica fertiliza la tierra y frena la desertificación; favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos; fomenta la biodiversidad; mantiene los hábitats de los animales silvestres, permitiendo y favoreciendo la vida de numerosas especies; respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los ecosistemas; favorece la biodiversidad y el equilibrio de los suelos a través de diferentes practicas: rotaciones, asociaciones, abonos verdes, setos, ganadería extensiva, etc.; potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario; recicla los nutrientes incorporándolos de nuevo al suelo como compost o abonos orgánicos, y utiliza de forma optima los recursos naturales.
Respeto por el bienestar animal
El reglamento europeo contempla medidas específicas para la ganadería ecológica en lo que respecta a la habitabilidad en las granjas con el objetivo de evitar el estrés de los animales y potenciar el crecimiento en semilibertad.
Este tipo de ganadería permite que los animales crezcan a su ritmo natural y en unas condiciones de vida adecuadas. Los animales no son manipulados de manera intensiva para lograr una mayor producción. La alimentación de estos animales está basada en pastos naturales, leche preferiblemente de su propia madre, y piensos y forrajes ecológicos, exentos de pesticidas, fertilizantes y transgénicos.
Estrictos controles de calidad
Los productos ecológicos son aquellos que han sido producidos en base a unas normativas que buscan el cuidado y la protección el medio ambiente, y productos más sabrosos y nutritivos.
Los alimentos ecológicos están sujetos a control desde el campo hasta el punto de venta mediante el Reglamento Europeo. Todos los agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria están sujetos al control e inspección de las materias primas utilizadas, el proceso de elaboración, el envasado, el etiquetado, etc. mediante las empresas de control y certificación ecológica.
Compromiso con el sabor
Los alimentos ecológicos conservan el verdadero gusto de cada ingrediente y les permite recuperar su tradicional sabor. El sabor entre unos productos y otros es muy diferente, siendo los ecológicos mucho más sabrosos que los convencionales.
No contienen aditivos sintéticos ni pesticidas
Los alimentos ecológicos no contienen aditivos de síntesis y son cultivados respetando los ritmos naturales.
Además, en la agricultura ecológica no se utilizan los pesticidas químicos utilizados habitualmente en la agricultura convencional.
No están modificados genéticamente
En la agricultura ecológica no se autorizan los organismos genéticamente modificados (OGM), ya que pueden dañar el medio ambiente y a la larga puede generar la pérdida de la variedad de especies y tipos.
La agricultura ecológica quiere conservar e impulsar la variedad genética de las especies y tipos, y con ello la riqueza de los paisajes de cultivo.
La ganadería ecológica no contiene antibióticos
Los estándares de control del reglamento europeo prohíben el uso de antibióticos en la ganadería ecológica. En esta los animales se cuidan de forma preventiva, evitando la administración de antibióticos, tranquilizantes u hormonas. Todas estas son razones de peso por las que los productos ecológicos son los más recomendados a la hora de mantener una buena dieta y, por consiguiente, una buena salud.