Todo lo que no sabes de la carne ecológica y sus beneficios

¿Conforme pasan los años cada vez te preocupa más tu alimentación? ¿Comienzas a sentir interés por el cuidado en los procesos de fabricación y su compromiso ecológico? Entonces, ha llegado el momento de que conozcas las ventajas que tiene comer carne ecológica.

Al pensar en carne ecológica, muchas personas creen que si los animales disfrutan de una vida libre, eso ya los convierte en carne ecológica, y de eso nada, ¡no todo es un prado verde! Las empresas que desarrollan esta actividad, tienen que cumplir muchos requisitos.

En primer lugar, el reglamento europeo contempla medidas específicas para la ganadería ecológica en lo que respecta a la habitabilidad en las granjas con el objetivo de evitar el estrés de los animales y potenciar el crecimiento en semilibertad. Este tipo de ganadería permite que los animales crezcan a su ritmo natural y en unas condiciones de vida adecuadas. Los animales no son manipulados de manera intensiva para lograr una mayor producción. La alimentación de estos animales está basada en pastos naturales, leche preferiblemente de su propia madre, y piensos y forrajes ecológicos, exentos de pesticidas, fertilizantes y transgénicos. Además, si el animal enferma, se utilizan tratamientos homeopáticos excluyendo hormonas o medicamentos que puedan perjudicar su salud. Pero los requisitos no acaban aquí, el matadero y la carnicería también tienen que superar controles de sanidad.

Y ahora que sabes un poco más sobre los requisitos, queremos contarte las ventajas:

Si compras carne ecológica, estás apoyando el producto local y el crecimiento de pequeñas empresas y zonas rurales que apuestan por métodos comprometidos con el medio ambiente.

Hablando de sus prácticas, los animales comen hierba o cereales producidos mediante agricultura ecológica que suelen producirse y fertilizarse en la misma finca, ayudando a regenerar el suelo y creando un ciclo ecológico óptimo.

Además, sabiendo que las granjas industriales aceleran el crecimiento del tejido muscular del animal a través de hormonas y se sirven de antibióticos para protegerse de posibles infecciones producidas por el mal estado del entorno, es fácil deducir que las granjas ecológicas plantean una gran mejora en este aspecto. En este caso, el animal desarrolla de forma natural su sistema inmunitario gracias a sus buenas condiciones de vida y alimentación.

Todo esto repercute en el producto final: animales sanos y felices, alimentos saludables y sabrosos.

Gracias a que ellos disfrutan de una vida larga y agradable, sirviéndose de grandes espacios donde pastar libremente, la materia prima resultante es rica en vitamina E y 82, lo que aporta propiedades antioxidantes a nuestro organismo. Además, su superior ácido linoléico nos ayuda a disminuir la presión arterial, controlar el colesterol y mejorar nuestras defensas. Y lo mejor de todo, el sabor de la carne ecológica es mejor, notarás su color y textura diferente.

Puede que todavía tengas dudas, ya que la carne ecológica es un poco más cara que la industrial, pero como has visto, son muchos los beneficios obtenidos. Apostar por la carne ecológica implica, apostar por un producto que piensa en el ahorro energético, respeta a los animales, les permite disfrutar de una vida sana y digna, cuida de tu salud y contribuye con las pequeñas empresas concienciadas con el medio ambiente. Así que… ¿Te merece la pena?